"Libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia - Rom 6:18 (RVR)".
El creyente debe dejar que los hechos de su posición sobrepasen los sentimientos de su condición. “El principio que sostiene la vida de resurección es, de todas las cosas, la muerte. 'Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección - Rom 6:5 (RVR)' y 'ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia - Rom 6:13 (RVR)”. “Por medio de la ejercitación de la fe en la Palabra de Dios, aparte de todo sentimiento, es que el creyente el cual ya fue unido a Jesucristo en su muerte, y de igual forma también en Su resurrección podra vivir adecuadamente. Solamente así estando firme el creyente en su posición empezará a experimentar el ser ‘resucitado como él.’ El creyente debe considerar su vida-unión con Él. Rechazando la vieja vida sobre la base de su muerte con Cristo en la Cruz, y considérandose a si mismo vivo con Él hasta que Él haga que se experimente su posición de resurrección. No se debe olvidar que se debe estar firme en la verdad específica: 'consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro - Rom 6:11 (RVR)”. “Compartir Su Vida en la vida misma es la experiencia bendita que solamente en la medida en que el creyente comparta Su muerte la experimentará. Muchos se contentan solamente con que la Cruz debería ser el poder para salvar de la paga del pecado, pero la muerte no fue el fin de la manifestación de Cristo. Fue la resurrección, y es la vida levantada, brillando en frente del creyente, que por sí sola puede llevar a cabo los propósitos de Dios en redención. El creyente, en cuya diaria actitud se muestra la marca de la resurrección, se convierte en lo que el mundo está buscando, un testigo convincente del poder del Redentor Vivo. 'El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo - 1 Jn 2:6 (RVR)'. Esto incluye: nacimiento (Jn 3:1-15), crecimiento (1 Pd 2:2), muerte (Rom 6:5-6, v.11, Gál 2:20, 5:24, 6:14), resurrección y ascensión (Ef 2:6). Es el deseo de Dios que cada uno de sus hijos viva tal vida resucitada "del Espíritu" aqui en la tierra y así ser un conducto en el cual fluya Su poder de Vida.” "A fin de conocerle, y el poder de su resurrección - Fil 3:10a (RVR)". ▼ www.vidayverdad.net
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