"Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo." (Filipenses 3:7)
Cuando finalmente entendemos que el Señor Jesús es nuestra vida, nosotros, con Pablo, no pensamos más en términos de cosas. "Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto." (Juan 15:2) “Uno puede comer con un apetito y sentirse revivido, pero el sentido de vida o sustento de la comida en la hora del trabajo arduo, es por mucho una cosa mejor. Así, tienes que aprender ahora que el Señor Jesús está contigo, sin importar cuán grandes sean los vientos y las olas, y que Él está contigo para demostrarte ahora el valor de la verdad acerca de Sí mismo, que Él hasta ahora te ha enseñado. El aprendizaje es en un solo tiempo (cabeza), la prueba (corazón) en otro.” “Nuestro Padre debe destetarnos. Oh, qué días y noches de lágrimas amargas que tuvimos cuando el alma estaba siendo destetada de un largo gozo de la gracia. ¿Es que el que nos dio a su Hijo, no nos consentirá? ¿Es que nuestro Padre nos negaría cualquier cosa? No, pero Él debe destetarnos, o nunca conoceremos lo que es depender en Él aparte de cualquier intervención natural o humana.” “El Señor Jesús delante de nuestras almas en el poder del Espíritu Santo–el Señor glorificado–es el medio de nuestro Padre para traernos en conformidad con Su amado Hijo. Pero entonces es a través de los castigos de Su mano, a través de las pruebas y sufrimientos de nuestro caminar que Él desteta los corazones Suyos de otros objetos, de tal manera que sólo Jesucristo pueda llenar la visión de nuestras almas.” “Es suficientemente correcto obtener un conocimiento de la Escritura, con respecto a su significado general. Es bueno leer y obtener conocimiento, pero a menos que tú estés en comunicación con el Señor Jesús, no crecerás en semejanza de lo que admiras, como está dicho en la Palabra.” "Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo." (Filipenses 3:8)
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"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios." (Colosenses 3:1).
El hambre y la sed espirituales se satisfacen en el Señor Jesús, aunque al mismo tiempo se agrandan en necesidad de El. Esta satisfacción supera en grande a todo anhelo inferior. Los deseos carnales nunca se sacian y cada intento de tal satisfacción pronto empalaga. "¿Pensamos acerca de, y nos regocijamos en, nuestras bendiciones más que en la Persona en quien las tenemos? Tanto así que aun en nuestras bendiciones doctrinales, tienen un maravilloso encanto cuando son nuevas para nosotros, y sostienen al alma por un poco de tiempo; pero cuando el primer gozo de ellas pasa, un proceso de asentamiento comienza. Cada poquito de bendición pareciera poner un poquito de vida en nosotros, pero gradualmente pierde su lustre y poder, y nos convertimos en cristianos ordinarios—progresamos muy poquito." "Es cuando tomamos al Señor Jesús por fe, como el afecto de nuestro corazón, que progresamos espiritualmente. Es cuando El ocupa un lugar grande en nuestros afectos que avanzamos. La cabeza puede estar llena de información teológica general sin producir una chispa de afecto del corazón para el Señor Jesús, y el alma permanece en un estado de flaqueza espiritual." "Muchos han sido engañados al pensar que al leer la Biblia llegarán a ser transformados como Cristo; pero encontrarás estudiantes diligentes de la Biblia, quienes nunca dicen algo incorrecto de doctrina, pero que nunca parecen crecer en gracia ni en su caminar en la realidad espiritual." "Todas las bendiciones de esta dispensación, de gracia, están envueltas en una Persona, y, por medio de la Palabra de Dios, progresamos espiritualmente cuando nuestros corazones aprenden a encontrar todo en El—el Hijo de Dios quien nos amó y se entregó a Sí Mismo por nosotros." "Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta." (Salmo 107:9). "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él" (Colosenses 1:21-22).
El Padre para estar satisfecho con nosotros nos puso en Su Hijo. Para nosotros estar satisfechos con nuestro Padre, “nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.” (Filipenses 3:3). "¿En qué bases se prueba nuestra fe? Es en la esfera de nuestra misma relación con Dios y Su actitud hacia nosotros. El enemigo se concentra en ese punto—quiere interferir nuestro enlace con Dios." "¿Cuál es nuestro enlace con Dios? Es este el Señor Jesucristo, quien nos representa ante Dios y nos defiende del diablo. Nunca será lo que somos en nosotros mismos. Si estás esperando el día cuando tú en ti mismo puedas satisfacer a Dios, entonces estás destinado a una terrible desilusión. El día que podamos satisfacer a Dios por nosotros mismos, poco o mucho, nunca llegará." "Cuando el creyente entiende su posición en el Señor Jesús, ¿Cómo podría tener alguna duda de su seguridad perfecta? Eso es imposible. ¿Cambia Dios? ¿Le diría el Padre a Jesús: ya no puedo aceptarte ni a Ti ni a la gente que representas? ¿O acaso el que Jesús nos represente está en prueba? ¿Está Su obra terminada completamente, o todavía le falta hacer algo?" "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados" (Colosenses 2:13). Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo. (Hebreos 10:19)
Después de años de considerarte con poca o nula libertad del dominio del pecado, cuando estás al borde de hundirte en la futilidad del todo, el Espíritu Santo tornará tu atención hacia Aquel quien es tu Libertador. Y por la Palabra, El también comenzará a llamar tu atención al hecho de que donde el Libertador está, ahí tú estás. "Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús". (Efesios 2:6) "'. . . nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.' (1 Tesalonicenses 5:9,10). ¿Puede algo afectar tu corazón tanto como la manera en la que el hombre en Cristo es recibido en la nueva posición? Lo que enfatizo ahora es el derecho que tenemos de estar en ese lugar, y que no es sólo que me deleito de estar ahí, sino en el inefable pensamiento de que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo se deleita de tenerme en Su lugar, compartiendo Sus gozos." "No seremos de acuerdo al beneplácito de nuestro Padre, ni estaremos en simple reposo por nuestra aceptación, si no entramos por fe a la nueva posición a la cual El en Su gracia nos ha puesto. Un hecho posterior es, que no tenemos lugar sino ese; y cuando obtenemos aun una mirada de ello, altera inmensamente este lugar; este mundo por el cual estamos pasando, y todas las cosas en él, cambia de color del todo." "Si solo pienso en mi posición, en El arriba y no lo estudio a El y Sus caminos mientras estoy aquí, entonces, aunque haya una sensación de poder no tiene ninguna dirección. Es sólo en la combinación de ambos que habrá un estudio verdadero del Señor Jesús y conformidad a El. El ojo del alma debe ser abierto y ésta estar receptiva a aprender de Sus caminos y manera de conducirse aquí." "Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo." (Efesios 2:13) "Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales." (1 Corintios 15:48)
Los cristianos tienen una imagen pobre de sí mismos simplemente porque están pensando y mirando su vida interior condenada y crucificada en el primer Adán, en lugar de estar ocupados con la vida glorificada del Postrer Adán en lo alto. “Mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” (2 Corintios 3:18). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). ¿No significa esto algo así como una nueva criatura, como la Palabra lo implica? ¿Regresaremos a Adán, el hombre inocente en el jardín al cual Dios lo vistió y lo mantuvo? No, eso no sería un nuevo tipo de criatura. Adán, aunque puro y bueno antes de la caída, todavía era de la tierra, terreno. “¿Acaso es el Señor Jesús el primer hombre refrescado? No, Él es el Postrer hombre, el Señor del cielo. ‘Él es un hombre celestial, el Postrer Adán–cabeza de una nueva raza; el principio de una nueva creación–y tú y yo quienes creemos estamos ‘en Él’, vistos y aceptados delante del Padre en ‘Su Amado’. Es verdad que la imagen completa de Él no la tenemos aún. Esa será nuestra en el día de Su venida. ¡La cosa que somos! ". “El creyente, un pecador en sí mismo tiene, por fe, sobre sí mismo la belleza del Señor Jesucristo. Él está ‘en Él’ y ha sido hecho la justicia de Dios en Él. Él es ‘acepto en el Amado’ (Efesios 1:6). La fe sola lo ha hecho atractivo. Él ha sido recreado en el Señor Jesús. Esta es la belleza del creyente, y él es agradable a los ojos del Señor Jesús. ‘Y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu Señor.’ (Salmo 45:11).” "Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial." (1 Corintios 15.49) "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos" (Romanos 8:16-17).
Solo el Espíritu Santo puede separarnos de la carne y su entorno mundano. Lo hace en un sentido práctico al manifestar a nuestros corazones, por medio de la palabra de Dios, al Señor Jesucristo en nuestro ambiente celestial. "Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne." (Romanos 13:14). "Cuando el amor del Señor Jesús esta delante de ti, te darás cuenta que ese amor te atrae a la luz alejándote de las tinieblas. El comienza mostrándote Su deseo de que madures espiritualmente, y no por avanzar en tu posición terrena." "Es hermoso ver que la obra del verdadero amor es alejar las tinieblas o cualquier cosa que interfiera con la comunión; y por eso no se lo estima como debería ser, porque estamos buscando algo en la tierra, y la tendencia es juzgar Su amor en base a regalos terrenos o favores aquí abajo." "Hemos muerto con el Señor Jesús y estamos fuera de nuestra posición vieja en Adán; nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con El. La carne está en nosotros todavía, de hecho, pero es una cosa ajena; no estamos en ella delante de Dios, ni identificados con ella de ninguna manera, sino con El, en quien nunca estuvo. Estamos en El, como El es y donde El está." "¿Podemos decir con certeza, cada uno por sí mismo, 'Sí, estamos identificados con El, quien nos representa delante de los ojos de nuestro Padre—como es El, en quien nunca se halló una mancha ni se encontrará, sino perfección total de acuerdo al propio corazón de Dios'?" "Es lo que debemos ser en Cristo—nuevas criaturas. Nuestra regla es caminar en El, siendo lo que realmente somos—celestiales, ciudadanos de los cielos, peregrinos y extranjeros en esta tierra." "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados". (Romanos 8:17). "Porque habéis muerto (no cambiado)". (Colosenses 3:3)
El entender lo que el primer Adán es nos prepara para darnos cuenta de quien es el Postrer Adán. "Muchos justificados describen su experiencia en palabras como estas: 'Reconozco totalmente y me regocijo en el hecho de que soy justo delante de Dios en base al Cristo resucitado; y al ser así, nada sino Cristo debe ser la regla y el estándar de una vida santa." "Si solo pudiera caminar a ese nivel pienso que sería un hombre perfectamente feliz. Pero es una caída tras otra, y cuando pienso que he avanzado un poquito, algo sale mal, y me encuentro tan malo como siempre, y el pensar en eso, acaba con todo mi gozo espiritual." "En esta etapa del desarrollo espiritual hay descubrimientos continuos del hombre Viejo lo que hace al yo más y más repulsivo, y hay también la presentación del Señor Jesús una y otra vez en lo que el alma encuentra deleite creciente. ¡Crecimiento! El debe crecer, y yo menguar." "La repulsión y la atracción van juntas hasta que el alma acepta con Dios la realidad de la maldad incorregible del hombre Viejo. Este hecho le prepara a uno para ver que la muerte del Señor Jesús nos cortó de nuestro Viejo hombre y que el Señor Jesús es ahora nuestra Vida Cristiana. Estamos libres, por la obra terminada en la Cruz, del dominio del hombre que es ahora tan repugnante para nosotros, y descubrimos con inimaginado deleite que Aquel que atrajo nuestros corazones ahora es nuestra misma vida." "El fruto no se produce por hacer al fruto el objeto, no por pensar acerca del fruto, es el producto de tener al Señor Jesús como el objeto de uno, por pensar en El. El es la Vid verdadera que precede y produce fruto." "Y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." (Colosenses 3:3) Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas." (Gálatas 3:10)
Ninguno puede nacer de nuevo por la ley, y ninguna nueva criatura puede vivir bajo la ley—ni bajo sus preceptos o principios. “Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios.” (Gálatas 2.20). El Gentil nunca estuvo bajo la ley; y siendo puesto en el Señor Jesucristo, ahora que él cree, está plantado en otra tierra donde la ley no aplica. Cada creyente es visto por Dios como vivo de entre los muertos, para llevar fruto (no obras) para Dios. La ley solamente trata con un hombre mientras éste vive, nunca después que ha muerto. ‘Habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo’ (Romanos 7:4). “Y eso no es todo lo que está dicho acerca de nosotros, después de una ‘segunda bendición’, o cualquier otro paso de imaginaria perfección. Empezamos con…’vivificado en Cristo.’ Estoy identificado con el Señor Jesús, muerto y resucitado. La ley ya no tiene que ver más conmigo para tratar de obtener algo bueno de mí. Yo he renunciado a todo cuando recibí a Cristo, y me fundamento en Él, muerto y levantado nuevamente, como uno vivo de entre los muertos, para hacer de mí una ‘nueva creación’ para Dios y caminar en ‘novedad de vida.’” "Las enseñanzas de la gracia son perfectas y suficientes en sí mismas. Ellas proveen la instrucción para el creyente en cada situación que pueda surgir. No hay necesidad de que sean suplementadas, o aumentadas, con la adición de preceptos ya sea de la ley de Moisés o las enseñanzas del reino.” "Qué indignidad pone la religión, por igual, sobre cada Persona de la Trinidad, ya que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo, cuando arrastra a las almas de regreso a la espantosa cercanía del Judaísmo.” “No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.” (Gálatas 2:21) "Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él." (Hebreos 12:5)
La mayoría de nosotros veíamos la manera de evitar la disciplina de nuestro padre natural, cuando estaba listo para aplicarla. La mayoría de nosotros hace lo mismo con la disciplina de nuestro Padre celestial, hasta que finalmente entendemos que es para "lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad." (Hebreos 12:10) "Hay una idea que preocupa a la gente, y es que Dios siempre quiere rebajarnos cuando nos reprende. Cuando El corrige a un hombre no es para menospreciarlo sino para levantarlo. 'Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo' (1 Pedro 5:6)." “Disciplino a mi hijo para exaltarlo moralmente." "Nuestro Padre nos poda bajo el principio de que ‘nosotros los que vivimos somos llevados a muerte por causa de Cristo.’ En el servicio por seguro encontrarás algún tipo de presión sobre ti." "Puede ser en tu cuerpo, y con frecuencia lo es; o puede ser persecución; pero difícilmente tendrás alguna vez un campo de servicio fructífero ante ti, a menos que seas quebrantado para ello. ‘Nos poda para que demos más fruto.'" "Llegamos a sentir nuestra necesidad y con frecuencia queremos suplirla independientemente por nuestros propios medios; el Señor tendrá que confundirnos en el intento; pero al hacerlo, nos guía a la dependencia para encontrar y conseguir una respuesta enormemente inconcebible comparada con nuestros deseos que los prescribimos para nosotros mismos. El hijo pródigo solo buscó ‘alimento’ del ciudadano en la ‘tierra lejana,’ pero de regreso en la casa de su padre encontró no meramente pan, sino una calurosa bienvenida y un becerro engordado." "Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo." (Hebreos 12:6).
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