"Padre de misericordias y Dios de toda consolación". (2 Corintios 1:3) La aflicción provee una oportunidad para que aprendamos más acerca de nuestro Padre y Su misericordia, así como provee un entendimiento más profundo acerca de lo que otros son llamados a atravesar. "¡Muchos santos han estado felices de declarar que no se perderían por nada el experimentar enfermedades prolongadas y sufrimiento! Ellos han aprendido de esa manera, la gracia y simpatía del Señor Jesús, y han sido objeto de tanto interés tierno y consideración que brotaron de las afecciones espirituales de Sus santos, que les hicieron concientes de un enriquecimiento y ganancia infinita." "Y seguramente el desarrollo y ejercicio de afectos como estos, eternos en naturaleza, aunque llamados a la actividad por medio de circunstancias conectadas con condiciones de debilidad y prueba, son un gran triunfo del poder y amor divino en lugar de restaurar la salud a los enfermos. Es una pérdida real para el enfoque de los creyentes el evitar los tratos espirituales del Señor Jesús con los suyos propios, y de todo lo que es el resultado moral de esos tratos. Para estar concentrados en la idea de la curación física y en experiencias ego-céntricas." "Hay una gran diferencia entre ir al Señor Jesús en nuestras pruebas, como al mejor Doctor y Amigo, y conocerle a Aquel que me ama más, al Esposo. En el primer caso nos acercamos a El por cualquier cosa, pero en el segundo, si somos verdaderos a ello, nunca podremos dejarle." "El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios." (2 Corintios 1:4)
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"Para que. . . el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él". (Efesios 1:17)
El objeto de la vida Cristiana es que podamos centrarnos en el Objeto del Padre—Su Hijo Amado. "Si continuamos con el Padre, dulce como es la seguridad de que le pertenecemos, aun así el pensamiento más alto a largo plazo será Él Mismo. Tenemos que regresar a Su Persona. Debemos en nuestras alabanzas entretejer con ellas lo que el Señor Jesús ha hecho, sufrido y ganado a nuestro favor; pero el pensamiento primario en nuestros corazones es, no lo que hemos ganado; aunque cierto, sino lo que Él ha sido para nosotros y lo que es para nosotros, sí, lo que Él es en Sí Mismo.” “Usualmente nos ocupamos con el Señor Jesús solo para aliviar la consciencia, y si esto es así, ¿dónde termina eso? Se detiene cuando obtenemos el alivio. Pero si Él es el objeto del corazón, nunca estarás satisfecho sino al tener comunión con Él donde Él está.” “No sé de argumentos, y no conozco ningún poder que pueda mover el corazón hacia la devoción excepto por el conocimiento del Señor Jesús Mismo y Su amor. Es posible leer libros por la puntuación, y escuchar al más fiel y bendito ministerio durante años, y nunca conocer al Señor Jesús como un Objeto amoroso presente en la gloria celestial. Es casi imposible ver y conocerlo a Él allá por fe sin que resulte en un intenso deseo de ser completamente consagrados a Él aquí.” “Tenemos una nueva Persona delante de nosotros como el Objeto de nuestra fe y nuestros afectos; y a medida que nos despojemos de nosotros mismos y tengamos al Señor Jesús como nuestro Objeto, Él es formado en nosotros. Lo que ha sido judicialmente logrado en la Cruz tiene su cumplimiento por el Espíritu en nuestras almas, y es por ese principio que crecemos.” "Por cuanto agradó al Padre que en él (Cristo) habitase toda plenitud." (Colosenses 1:19) "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo." (Efesios 1:3)
Su amor es mío cuando conozco lo que Él hizo por mí; mi amor es Suyo cuando reconozco lo que Él es para mí, Él que es amor, es mi vida. Él amó y murió, para que yo pueda vivir y amar. ‘Yo soy de mi amado y mi amado es mío’ (Cantares 6:3). “Mi Padre, en Su gracia, ha venido y finalizado mi historia en la carne, por la Cruz, y ahora por el Espíritu soy traído para asociarme con Su Hijo a su misma diestra en el cielo." “El Señor Jesús gana mi corazón en Su humillación; Él lo satisface en Su gloria. Un corazón ganado no es necesariamente un corazón satisfecho. Pero si un corazón ha sido verdaderamente ganado por el Señor Jesús, nunca estará satisfecho sin Él. Ningún corazón que ha sido ganado estará siempre satisfecho sino en compañía del que lo ha ganado. ¡La ausencia no ‘hace que el corazón crezca en fervor’! Solamente descubres en ausencia lo que has ganado en presencia.” “Nosotros hablamos de dificultades y perplejidades. ¡Qué poco está realmente alineado el corazón con el Señor Jesús! Él se ha ido a estar a la derecha del Padre con más poder que nunca, y Él está usando esta posición para librarme de todas las cosas que romperían el compañerismo entre Él y yo. Y Él usa Su Palabra para impedir todo lo que interfiere con esa bendita comunión.” "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti." (Salmo 119:11) FUNDAMENTO
"Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios". (Colosenses 3:3) Cuando confiamos y atendemos al hombre viejo, ese terreno produce "las obras de la carne" (Gálatas 5:19-21). Pero al permanecer en el Señor Jesús resucitado, ese nuevo terreno de nuestra posición, Su vida será manifestada en "el fruto del Espíritu" (Gálatas 5:22,23). "La Palabra de Dios declara que estamos 'muertos de verdad al pecado,' pero en ninguna parte dice que estamos muertos en nosotros mismos. Miraremos en vano adentro para encontrar muerte allí. Hemos muerto al pecado; no en nosotros mismos, sino 'en Cristo,' y nuestra muerte con El es tan segura como Su muerte, y ya que morimos con El es imposible que Su muerte sea cierta y la nuestra incierta." "Fuimos crucificados con El porque estuvimos en El (Gálatas 2:20). Somos levantados en El (Efesios 2:6); estamos completos en El (Colosenses 2:10); se nos bendijo con toda bendición espiritual en El (Efesios 1:3); la obra completa con respecto a nosotros no fue hecha en nosotros sino en el Señor Jesús—el Padre lo hizo todo en Su Hijo. Si estás firme en base a lo que el Señor Jesús es (permanece), encontrarás en tu crecimiento que todo lo que es verdadero acerca de El llega a ser verdadero en ti; pero si permaneces basado en lo que eres en ti mismo, te darás cuenta que todo lo que es verdadero acerca del hombre viejo lo es en ti, en tu vida y caminar." "El propósito de Pablo en Romanos Seis, es mostrar cuan enteramente identificado está el creyente con el Señor Jesús cuando 'El murió al pecado.' Entrar completamente al significado de esa muerte es ver que El nos libertó de cualquier trato futuro con nuestro viejo amo, el pecado. Por tanto el creyente tiene el privilegio de tomar su posición en el Señor Jesús resucitado, quien ahora esta ‘vivo para Dios.’ Desde ese terreno, a partir de ahora, considerará al pecado." "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres" (Gálatas 5:1). "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." (1 Tesalonicenses 5:18)
Aliviarte de la presión puede parecer misericordioso, pero apoyarte durante la presión produce crecimiento y madurez. “Hay una mayor bendición para nosotros que el alivio, es el apoyo del Padre, porque te imparte una familiaridad con Él Mismo, cosa que el alivio no da. El alivio nos hace estar más satisfechos con las cosas aquí. Yo he conocido algunos que podrían hablarte de una larga lista de misericordias, muy conmovedoras, pruebas reales de la ternura de Dios." “Gracias a Dios, todos conocemos algo de Su ternura. Pero hay una mayor bendición, a saber, que Él no quita la presión, pero te pone encima de ella, de tal forma, que aunque no seas liberado, estás mejor así a que si fueras simplemente liberado, porque sabes que Su corazón te sostiene en esa presión. Has logrado una profunda familiaridad con tu Padre, y tu corazón está más ligado a Él.” “Lo que necesitamos es la semejanza del Señor Jesús donde estamos y no huir de nuestras circunstancias, nuestro ambiente, ni nuestras asociaciones. El Padre nos puso ahí, permitió las pruebas con un propósito, y Él está listo para sacarnos a una vida de libertad, si permanecemos con El confiando y resistiendo mientras El lo arregla." “¿Has pedido ser hecho como tu Señor; ‘que no sea yo sino Cristo’? ¿Has anhelado el fruto del Espíritu, y has orado por paciencia y amor? Entonces no temas la tempestad tormentosa que está en este momento pasando por tu vida. Hay una bendición en la tormenta, y habrá un rico fruto ‘cuando haya pasado.’” "El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos". (Deuteronomio 33:27) LA GLORIA EXCELENTE
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor.” (2 Corintios 3:18ª) Durante la primera mitad de tu vida Cristiana estás preocupado por tu hacer; en la segunda mitad tendrás la carga de tu ser. “Mientras más devoción sencilla tengas para el Señor Jesús, quien es digno de toda devoción, mayor fragancia habrá en todos tus caminos; porque se manifestará que no estás buscando lo tuyo propio, ni te quejarás cuando tus derechos sean invadidos, o por que no recibas tanto cuidado como te mereces. Mas bien tendrás un solo pensamiento que gobernará tu vida con respecto a todo, y es, como podrías distinguir a Quien satisface cada necesidad de tu corazón encendiéndolo con un gozo inefable.” “Nada puede ser tan divinamente bello en la tierra como un creyente tan transformado por el Espíritu de Dios, que en esta tierra tiene un comportamiento celestial; de tal manera que en ninguno de sus caminos niega al Señor Jesucristo; sino que en la hora de mayor prueba en su historia sobre la tierra el Señor pueda decir de él, ‘aunque tienes poco poder, has guardado Mi Palabra y no has negado Mi Nombre.’ (Apocalipsis 3:8)” “En la creación Dios plantó un hombre en el jardín en inocencia; en la redención Él ha plantado un Hombre en el cielo, en gloria. Hay una gloria excelente. La gloria en la redención deja a la gloria que hubo una vez en la creación como nada.” “Por cada creyente que cruza verdaderamente a la Tierra Prometida, hay demasiados que se detienen por un tiempo y miran anhelantes al otro lado del río, y entonces tristemente regresan a la relativa seguridad de los residuos de arena de la vida del Yo.” ". . . somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor." (2 Corintios 3:18b). "Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad." (2 Corintios 3:17).
En lo que concierne al Espíritu Santo, escondido como El está, la fe se requiere sobre todas las cosas. "Ciertamente el Espíritu Santo dirige en los innumerables detalles de la vida diaria. Aquellos que tienen fe, y dependen en Su dirección, no se arrepentirán. Pero el Espíritu lidera de acuerdo a las direcciones de la Escritura; así que aquello que llaman la guía del Espíritu y que no tiene la verdad de la Palabra como su línea de pensamiento y acción, es necesariamente falso." "El principio de caminar en dependencia del Espíritu Santo nunca debe abandonarse, aunque podemos fracasar en llevarlo acabo. Debemos guiarnos por los principios divinos dados, aun si vientos y olas en ocasiones nos sacan del curso. El abandonar los principios del Padre por causa de elementos opositores es exponerse a un naufragio." "Ser guiado por el Espíritu Santo es el principio por el cual el Padre trata con los creyentes en gracia. Fuera del círculo del Espíritu, los hombres son guiados por la carne; bajo la ley Su pueblo era esclavo y estaba bajo el ayo. Ahora, en el privilegio cristiano, el Espíritu lidera: ‘Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley' (Gálatas 5:18)." "El Señor Jesús en gloria es el estándar de perfección, y el Salvador en la tierra es el modelo para nuestro caminar. Nadie tiene un caminar perfecto, pero el Espíritu de Cristo que habita en nosotros es perfecto, y cuando el creyente se presenta ante el Padre como vivo entre los muertos, los deseos de la carne no se satisfacen, y el Espíritu produce Su fruto en él." "Andad en el Espíritu (dependiendo en El), y no satisfagáis los deseos de la carne." (Gálatas 5:16). Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús."
(Filipenses 3:14) Debemos ser verdad—céntricos si vamos a ser Cristo—céntricos. “Con el incremento del conocimiento y el asimiento de la verdad, hay un sentido constante de que, en la práctica, no estamos a la altura de lo que hemos recibido; por tanto la medida de nuestra fortaleza no es el disfrute de una verdad, sino hasta el punto que mantenemos lo que creemos por encima de cada obstáculo. Es la manera en la cual superamos las dificultades en nuestro camino, y no el gozarnos de la verdad, la cual define nuestra posición.” "Nosotros no aprenderemos la verdad correctamente excepto al profundizarnos en el conocimiento del Señor Jesús. Es la falta de esto lo que causa debilidad entre nosotros: la doctrina a secas no está conectada con Él. Cuando la flor es separada de su fuente, su sostenimiento y apoyo, está condenada a podrirse. Tenemos eso que es amoroso y lleno de bendiciones en el Señor Jesús; pero si vamos a conocerlo como tal, para probar su verdad, para disfrutarla prácticamente, debe ser considerando estas cosas como conectadas con Él.” “El Mismo Señor Jesús, y ni siquiera la verdad acerca de Él, es lo que debe llenar nuestros corazones si vamos a crecer. Esta no es una amonestación innecesaria en un día cuando el conocimiento de las verdades más sagradas puede ser intelectualmente alcanzado con un esfuerzo tan pequeño. Es una cosa necesaria y feliz entender la Palabra de Dios, pero, con esa Palabra atesorada, el objeto de las afecciones del creyente debería ser ‘Que yo lo conozca a Él.’ Deseos de buscar al Señor Jesús, deseos de vivir con Él en el cielo ahora, y manifestarlo a Él en la tierra, hacen que el creyente en crecimiento se separe del mundo, y lo separan hacia el Señor glorificado.” “A fin de conocerle.” (Filipenses 3:10) "Conforme a la voluntad de Dios intercede (el Espíritu) por los santos." (Romanos 8:27).
Ni el Señor Jesús ni el Espíritu Santo nunca han pensado disponerse ni orar fuera de la voluntad de Dios el Padre. Tampoco lo haremos nosotros, si caminamos en el Espíritu, y permanecemos en el Señor Jesús. "La fe no es un poder que uno posee, por medio del cual podamos mover el brazo de Dios y hacer milagros. 'La fe acepta una guía callada; solo la incredulidad demanda un milagro.' No hay nada en la fe verdadera por lo cual la carne pueda gloriarse. El poder es de Dios. Es el Padre quien obra y lo hace de acuerdo a Su propia voluntad y sabiduría. La fe es simplemente una absoluta confianza en el Padre quien da la certeza de que El cumplirá Su Palabra." "La fe debe estar basada sobre la certeza. Debe haber el conocimiento definido de y la confianza en el propósito y voluntad del Padre. Sin eso no puede existir una fe verdadera. Porque la fe no es una fuerza que podemos ejercitar ni un esfuerzo de creer que algo pasará, pensando que si creemos con la suficiente fuerza así será." "No nos desanimemos si la transformación que anhelamos no ocurre inmediatamente. Sintamos la necesidad y pongámosla en el corazón. Parémonos en fe, y nunca seremos avergonzados. Adheridos al Señor Jesús y Su Palabra con propósito de corazón nunca será en vano. La hora llegará por seguro cuando de nuestros corazones, también, fluirán ríos de agua viva." "Lo que sea que nos lleva al Señor Jesús—sea dolor, desilusión o carga—es hasta ese punto una bendición. Ningún precio por pagar es tan grande al ganar esta comunión con el Señor Jesucristo." "Que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual" (Colosenses 1:9). “Y (Dios) juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.” (Efesios 2:6)
Nos toca establecernos para vivir y crecer precisamente donde hemos nacido de nuevo: en el Cristo Jesús de lo alto. “¿No tenemos a menudo el pensamiento de que aún queda algo por hacerse–ya sea por nosotros mismos o por Él–para poder acercarnos? ¿Por eso no nos ocupamos a menudo con las circunstancias de la adoración en lugar del Señor Jesús–la substancia? ¿No somos a menudo falsos ante Él, cuestionando nuestro mérito para acercarnos, porque encontramos distancia en nuestros propios corazones, como si fuera la calidez de nuestras afecciones, en lugar de la Sangre del Señor Jesús, quien nos acerca?” “Nuestro ser ha sido perfectamente limpiado por la Sangre del Señor Jesús, el Lugar Santísimo es nuestro lugar delante del Padre, y es simplemente en base a lo que Su sacrificio ha efectuado. Nuestra morada es en la luz, no por razón de nuestra condición subjetiva, sino porque el Señor Jesús ha hecho la posición nuestra al poner a un lado nuestros pecados, y traernos al Padre.” “El corazón debe entrar en algo más que recordar esas aguas de juicio, de las cuales el Señor Jesús se levantó, habiendo dejado nuestros pecados, la muerte, y el juicio ¡para siempre! Tal gozo nunca nos llevaría a través del desierto donde la fe y la paciencia son probadas y examinadas cada día. Es necesario que el corazón sea llevado más allá de la gloria de Canaán; en el sentido actual de paz con el Padre, y la consciencia de estar en Su favor actualmente–el favor que es mejor que la vida.” "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo.” (Hebreos 10:19, 20) |