"Libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia - Rom 6:18 (RVR)".
El creyente debe dejar que los hechos de su posición sobrepasen los sentimientos de su condición. “El principio que sostiene la vida de resurección es, de todas las cosas, la muerte. 'Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección - Rom 6:5 (RVR)' y 'ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia - Rom 6:13 (RVR)”. “Por medio de la ejercitación de la fe en la Palabra de Dios, aparte de todo sentimiento, es que el creyente el cual ya fue unido a Jesucristo en su muerte, y de igual forma también en Su resurrección podra vivir adecuadamente. Solamente así estando firme el creyente en su posición empezará a experimentar el ser ‘resucitado como él.’ El creyente debe considerar su vida-unión con Él. Rechazando la vieja vida sobre la base de su muerte con Cristo en la Cruz, y considérandose a si mismo vivo con Él hasta que Él haga que se experimente su posición de resurrección. No se debe olvidar que se debe estar firme en la verdad específica: 'consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro - Rom 6:11 (RVR)”. “Compartir Su Vida en la vida misma es la experiencia bendita que solamente en la medida en que el creyente comparta Su muerte la experimentará. Muchos se contentan solamente con que la Cruz debería ser el poder para salvar de la paga del pecado, pero la muerte no fue el fin de la manifestación de Cristo. Fue la resurrección, y es la vida levantada, brillando en frente del creyente, que por sí sola puede llevar a cabo los propósitos de Dios en redención. El creyente, en cuya diaria actitud se muestra la marca de la resurrección, se convierte en lo que el mundo está buscando, un testigo convincente del poder del Redentor Vivo. 'El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo - 1 Jn 2:6 (RVR)'. Esto incluye: nacimiento (Jn 3:1-15), crecimiento (1 Pd 2:2), muerte (Rom 6:5-6, v.11, Gál 2:20, 5:24, 6:14), resurrección y ascensión (Ef 2:6). Es el deseo de Dios que cada uno de sus hijos viva tal vida resucitada "del Espíritu" aqui en la tierra y así ser un conducto en el cual fluya Su poder de Vida.” "A fin de conocerle, y el poder de su resurrección - Fil 3:10a (RVR)". ▼ www.vidayverdad.net
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"Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación - Stg 3:1 (RVR)."
El único documento por el cual la verdad y caracter de Dios son revelados es Su Palabra, y por lanto debe haber un sumo cuidado en hablarla. Al hacer un analisis lexico sintactico, Santiago hace unas afirmaciones muy serias para aquellos que desean exponer la Palabra de Dios "no os hagáis maestros muchos de vosotros" tal declaración proviene del griego (më polloi didaskaloi ginesthe). Esta es una prohibición la cual comunica: «Dejad de ser muchos maestros» (tantos de vosotros). Hay así una clara queja de que muchos creyentes estaban tratando de enseñar aquello que no comprendían con claridad. En tal tiempo (como hoy día) había necesidad de maestros sabios (vv. 13ss.), y no de maestros insensatos. Esto pronto vino a ser una situación aguda, como se puede ver en 1 Corintios 12 al 14. No todos eran maestros (1 Co. 12:28ss.; 14:26). El maestro es aquí tratado como el hombre sabio (3:13–18) que debiera ser. El rabino era el maestro (Mt. 23:7.; Jn. 1:38; 3:10; 20:16). Los maestros ocupaban una posición honrosa entre los cristianos (Ef. 4:11; Hch. 13:1). Jacobo (Santiago) se cuenta así mismo como maestro (al decir: "recibiremos" 3:1) y esta discusión va relacionada con Stg 1:19–27. Los maestros son necesarios, pero los incompetentes y los indignos causan mucho daño a los creyentes ambrientos de verdad. Y como tales incompetentes querían exponer la Palabra de Dios, Santiago hace otra afirmación sobre ellos "Un juicio más severo" del griego (meizon krima). Comuncia: «Mayor sentencia.» Da a entender (la sentencia del juez, Ro.13:2). La razón es obvia. La pretensión de conocimiento añade a la responsabilidad y castigo del maestro (necio). Histórico culturalmente, los judíos también advertían en contra de la enseñanza erronea, y reconocían que los maestros sería juzgados estrictamente por desviar a otros. Algunos que deseaban ser maestros de sabiduría estaban enseñando el tipo de sabiduría adoptada por los judíos revolucionarios, que conducía a la violencia (3:13-18). Dirigirse a la congregación desde el pulpito para comunicar el mensaje del Señor es algo muy serio. Si el exponente se equivoca, induce a que Dios mismo sea malinterpretado. Dios reveló Sus pensmaientos en un contexto histórico distinto al nuestro; de modo que el expositor de la Palabra de Dios tiene la responsabilidad de traer aquel pensamiento el cual Dios comunicó a la gente que recibió el mensaje en aquel entonces, y explicarlo de una manera en que la gente de hoy pueda entender lo mismo y aplicarlo a su vida. Todo aquel que dice ser conocedor de la Palabra de Dios tiene ante Él la responsabilidad eterna de transmitir las palabras tal como están, es decir, debe permitir que el texto hable por sí mismo y no hablar por el como si éste comunicara algo cuando en sí comunica otra cosa, eso es errar y no hablar la verdad como Dios desea [Exponer su pensamiento personal]. El mensaje no cambia, pero el contexto si. La contextualización es el proceso a travéz del cual el exponente aplica el mensaje original insertandolo en el contexto actual. Tal proceso es uno guiado por el Espíritu Santo para el beneficio de los santos, y es uno elaborado por aquel el cual vive rendido y sujeto al orden bíblico y Su soberanía eterna, permitiendo de esa manera que Cristo mismo viva Su vida en la suya para poder aplicar así las verdades divinas. Todo aquel que expone lo que Dios dice en Su Palabra debe familiarizarse con la misma, de no ser así, será un teatro viviente. "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén - 1 Ped 4:10-11 (RVR)." "Se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres - Fil 2:7 (RVR)."
Los seres finitos tienen la capacidad, hasta cierto grado, de restringir los límites de lo consciente. Mediante actos voluntarios logran excluir muchas cosas. Si los seres finitos tienen tales capacidades ¿Cuanto más el creador de los mismos? Según el texto, la palabra "se despojó" proviene del griego (ekenöse) es un indicativo activo de (kenoö), el cual es un viejo verbo procedente de (kenos), que significa: "vacío". ¿De qué se despojó Cristo? No de su naturaleza divina. Esto era imposible. Siguió siendo el Hijo de Dios (siempre es y será Dios). Ha surgido una gran controversia acerca de esta palabra, una doctrina de la Kenosis. Es indudable que Cristo abandonó su ambiente de gloria. Asumió las limitaciones de lugar (espacio) y de conocimiento y poder, aunque aún en la tierra retuvo mucho más de todo esto que cualquier mero hombre. Es aquí que los hombres deberían mostrar freno y modestia, aunque no se puede creer que Jesús se limitara mediante error de conocimiento ni de conducta. Cristo, estuvo exento de pecado, aunque tentado por el diablo y puesto a prueba como nosotros. «Se despojó de las insignias de majestad» y fue el hombre perfecto. Cristo tomando forma de siervo. Tomó los atributos característicos de un esclavo. Su humanidad fue tan real como su deidad. En semejanza de los hombres. Era una semejanza, pero una verdadera semejanza, no una mera humanidad fantasma como pretendían los gnósticos docetistas. El sentido general es que Él se despojó a sí mismo de esa modalidad de existencia particular que le era apropiada y exclusiva al ser conciderado uno con Dios. Cristo dejó a un lado la forma de Dios. Pero al hacerlo nunca se despojó a sí mismo de Su naturaleza divina. El cambio fue de estado: de forma de Dios a la de siervo. Su personalidad, ni el Ser divino fue transformado en un mero hombre. En Su humanidad retenía la conciencia de la deidad, y en Su estado encarnado retenía la mente que lo animaba antes de Su encarnación. No era incapaz de hacer valer la igualdad, pero era capaz de no hacerla valer. De manera que sin tratar de hacer una explicación de su valor, se puede aceptar la declaración inspirada de que Cristo verdaderamente se despojó voluntariamente. Cristo no estimó; es decir, Él observó como segura e inalienablemente suya la posesión de la plenitud de la naturaleza eterna. Y así se "despojó" o sea que se vació a sí mismo de Su propia importancia. Cristo estaba tan seguro de Su derecho en cuanto a la deidad que, sin vacilar, se pudo vaciar a sí mismo de las manifestaciones externas de ella, y del ejercicio independiente de Sus atributos. El propósito de Su autorrenuncia y de la encarnación era redentor. La deidad, en el sentido distintivo, podía encarnarse en forma humana por el hecho de que la personalidad humana contiene los elementos esenciales de toda personalidad: Conciencia propia, intelecto, sentimiento, naturaleza moral y voluntad. La personalidad es el punto en el cual la creación en la elevación retorna hacia Dios. El hombre lleva la imagen divina. La autorrenuncia de Cristo en la encarnación fue la suspensión (No la limitación) voluntaria del ejercicio pleno de los atributos divinos, aunque potencialmente estaban presentes todos estos recursos. No se puede comprender completamente el proceso por medio del cual tuvo lugar esa autorrenuncia, pero si se puede tener el pleno entendimiento de que el hecho fue uno real. Aunque algo del cáracter de Cristo se reveló en una edad, algo en otra, aun así la eternidad misma no puede revelarlo en Su totalidad. ¿Que motivó a Cristo a despojarse (autorrenunciar) a sí mismo? Su perfección inigualablemente eterna y santa, y su amor plenamente infinito por el ser humano. Bien dice la ley de la física que "cada acción trae consigo una reacción", ¿que reacción espera Dios del creyente en conformidad a Su acción voluntaria? he aquí la respuesta: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús - Fil 2:5; El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo - 1 Jn 2:6 (RVR)." Es decir, una negación personal (autorrenuncia) de su propia importancia, a eso se le llama bíblicamente, rendición de vida. Y el creyente tiene el modelo a seguir "Cristo" y la capacidad para logralo "Su Espíritu y Su Palabra Escrita." No hay pretexto alguno para eludir la obligación y omitir el deber de la vida cristiana. Todo aquel que dice amarle, rendirá su vida al único amor perfectamente eterno el cual es Jesucristo, porque amarle es obedecerle, y obedecerle es rendirse a Él. "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame - Lc 9:23; Si alguno viene a mí, y no aborrece... su propia vida, no puede ser mi discípulo - Lc 14:26 (RVR)." Pastor: Félix Muñoz Iglesia Bíblica Contemporánea Vida y Verdad Nogales, Sonora, México www.vidayverdad.net «Y ahora, que el Dios de paz... los capacite con todo lo que necesiten para hacer su voluntad. Que él produzca en ustedes, mediante el poder de Jesucristo, todo lo bueno que a él le agrada - Heb 13:20-21 (NTV)».
Todo lo que se necesita y todo lo que el creyente es en sí, está en el Señor Jesús. “Permanecer tiene dos opciones. Se puede permanecer en la vieja naturaleza y así ser víctima de la guerra civil interna como se describe en la Escritura [Rom Cap. 7]. O, se puede permanecer "descansar" en el Señor Jesús levantado (Jn 15:4), la Fuente de la nueva naturaleza, y así llegar a ser un recipiente gustoso de Su vida y libertad, como lo describe la misma Palabra [Rom Cap. 8]. «Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte - Rom 8:2 (RVR)».” “¿Cómo se puede permanecer? «Más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús - 1 Cor 1:30 (RVR)». Es el trabajo de Dios colocar al creyente ahí, y Él lo ha hecho, es un hecho basado en Su obra pasada "La cruz" (Rom 6:5-6) la cual tiene efectos presentes "Vida resucitada" (Rom 8:2, Ef 2:6) y produce frutos futuros constantes "Santidad progresiva experiemental" (Fil 1:6, 1 Tes 5:23-24). ¡Es ahí donde el creyente debe permanecer! No debe retroceder hacia la vieja naturaleza. Nunca puede verse a sí mismo como si no estuviera en el Cristo Jesús levantado (Rom 6:11). El creyente debe mírarlo a Él y mírarse a sí mismo como una nueva creación en Él. Mírarlo a Él como la misma fuente de su vida Cristiana. Permanecer en Él. Descansar en el hecho que Dios le ha puesto en unión eterna con Su Hijo, y dejar que el Espíritu Santo se encargue de Su trabajo en su vida. Le corresponde a Él hacer válida Su promesa gloriosa «El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes - Rom 6:14 (RVC)», no al creyente.” “Muchos creyentes se ahorrarían años de lucha y fracasos si aprendiéran inmediatamente–que fueron tomados por medio de la muerte del Señor Jesús. En ello el pasado desapareció, el pecador perdonado se consideró crucificado con el Señor crucificado, y de ahí en adelante unido como nueva criatura al Señor levantado y compartiendo Su vida ahora (Rom 5:10).” «Su vida está escondida con Cristo en Dios - Col 3:3 (NTV)». «Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús - Fil 2:5 (NTV)».
Debe haber un vaciar del "Yo" «Ya no vivo yo - Gál 2:20a (NTV)» para que pueda haber un llenar de El «Cristo vive en mí - Gál 2:20b (NTV)». “¿De qué lado está el creyente? ¿Del enemigo que centra al hombre en sí mismo, o del Consolador que ocupa a Sus hijos con el Señor Jesús glorificado? ¿El espíritu de muerte o el Espíritu de vida en Cristo Jesús? ¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta - Rom 6:16 (NTV)».” “Si solamente el creyente ha conocido al Señor de su lado personal "concepto propio", la tendencia será estar ocupado con sigo mismo, o buscar ser un objeto de consideración y reconocimiento; mientras que si ha sido guiado por el Espíritu a Su lado, Sus intereses y preocupaciones serán la ocupación de la vida y no sus conceptos personales.” “La inclinación natural del creyente no rendido es hacer de sí mismo el centro de todo lo que pasa "complacencia al Yo", aun meditando en sí mismo como si fuera el objeto solitario para el brillo del sol o una nube, para descansar. Si el creyente es un héroe o un mártir para sí mismo, verá y mirará como las cosas divinas se ajustan a sus propios pensamientos, y no como una respuesta a lo que Él está pensando de sí. Está confinando al Señor a su "Yo" en lugar de levantarse y verse a mí mismo escondido en Él, y así seguirlo a Él en toda la grandeza y bendiciones de Su obra y sus caminos aquí en la tierra.” “Se Puede amar como pocos y seguir como muchos, pero hasta que el creyente sepa que está unido al Señor Jesucristo en gloria, no estará suficientemente libre de sus propios intereses para tomar los Suyos "Jesucristo".” «En cambio, renunció a sus privilegios divinos [En griego: se vació a sí mismo]; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano - Fil 2:7 (NTV)». «Dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan - Efe 1:11 (NTV)».
Hay algo que glorifica a Cristo en la vida de cada creyente, y el secreto es ¡dejar que Cristo lo haga! (Jn 15:1-8). “El Padre celestial tiene una línea de cosas diferentes para todo creyente, y cada uno ha sido enviado a este mundo para alguna misión especial. No es cuestión de que si es pequeña o grande; puede ser solamente una flor dando su fragancia, o una gran nube dejando que los fuertes relampagos iluminen mediante si, pero sea cual sea el caso, la importancia yace en que Cristo sea haciendo Su voluntad y glorificandose en todo.” “No hay servicio más alto que la influencia moral de Dios, es decir 'el cuerpo entero…lleno de Luz "Cristo"; y esto está dentro del alcance de todo aquel que desee vivir una vida plenamente rendida a Dios.' «Ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte - Fil 1:20 (RVR)».” “Una marca del verdadero siervo es que él es consciente que no es nada y que Él "Jesucristo" es todo (Jn 3:30). En el momento en que el creyente se considera que es algo, se sale de la verdadera posición y del espíritu de siervo (Mt 1:24, Rom 1:1, 1 Cor 9:19, Gál 1:10). Existe un hermoso contraste entre la descripción que un creyente rendido hace de sí mismo (Jn 1:22-27), y la descripción que el Señor hace de un creyente rendido (Lc 7:26-28). Mientras más importante es el creyente ante Dios, menos importante se considerará a sí mismo (Rom 12:3). «Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás - Efe 2:10 (NTV)». «—Vete de aquí, Satanás —le dijo Jesús—, porque las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele sólo a él” [Cristo cita Deut 6:13] - Mt 4:10 (NTV)».
Hay una gran diferencia entre un enemigo, y un enemigo derrotado. “Un enemigo conquistado puede ser de gran utilidad en las manos del vencedor, y es exactamente lo que Dios está haciendo con la serpiente antigua. A Satanás se le permite examinar y probar al creyente; es usado por Dios como un instrumento indirecto, como una máquina para separar el grano y deshacer la paja que se lleva. Es importante que el creyente entienda que ningún poder en las cosas presentes permitió ni permitirá a Satanás anular la voluntad del Dios invisible.” “La historia muestra claramente que es Dios quien establece el límite de la extensión de las actividades y poder del diablo (Job 1:1-22, Dn 4:35). Desde el punto de vista humano la Cruz parece una falla colosal. En ella la victoria del poder del mal pareció completarse. Pero ‘la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres’ o el enemigo, y por Su poder «Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz - Col 2:15 (RVC)», el poder del diablo está limitado, sus acciones restringidas y sus planes anulados, el poder es de Dios (1 Jn 5:18).” “Es inevitable que en un mundo como éste la fe del Creyente deba ser probada. Porque está en la tierra de un enemigo y él se ofende por su presencia. Y además de ello tiene un enemigo dentro de su puerta–el viejo hombre–que se le opone también. Pero todo creyente debe tener ánimo, las pruebas de su fe serán «halladas en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo - 1 Ped 1:7 (RV60)». El desenlace feliz es una conclusión inevitable. Las pruebas producen paciencia, experiencia, esperanza–y esas son cualidades que permanecen. Satanás, como ya fue (Ez 28:13-19), es el carroñero de Dios, y todo lo que puede hacer tratar de estropear de la vida cristiana eso que le causa gozo al creyente "comunión con Dios", y ser obstaculo en su crecimiento, y su servicio a Dios.” «Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo - 1 Jn 3:8b (NTV)». «Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida, por amor de Cristo. Y a decir verdad, incluso estimo todo como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por su amor lo he perdido todo, y lo veo como basura, para ganar a Cristo - Fil 3:7-8 (RVC)».
La palabra "basura" viene del Griego "skúbalon" que es: "desecho", denota: 'excremento, lo que se hecha fuera del cuerpo, y desperdicio, la comida que se tira de la mesa a los perros luego de una fiesta la cual es declarada inservirble.' La madurez debe ser el fundamento de toda la efectividad que permanece. "En lo que concierne al Padre, los años iniciales e intermedios de la vida Cristiana tienen que ver primeramente con el desarrollo espiritual del creyente. La mayoría del servicio de los creyentes durante ese tiempo debe ser aprender cómo no hacer las cosas para poder hacer las cosas." “Se ha hecho un daño incalculable a la espiritualidad profunda de la iglesia, por la idea de que una vez que se es salvo, el uso de los talentos personales y dones en Su servicio viene en forma automática. No; para ello es en realidad necesaria una gracia muy especial. Y la manera como esa gracia viene es por medio de la entrega rendida. El creyente debe ver cómo todos los dones y poderes del Espíritu son antes de tomar acción en el servicio. Debe sentir que no puede de manera instantánea proceder a usar los dones o sus talentos personales para la gloria de Dios. Debe primero ponerlos a los pies de Cristo para que Él Mimso mediante su aprovación y poder forme el fruto deseado. El error es pensar que Dios es glorificado por los dones y talentos perosnales, cuando realmente Él es glorificado por el fruto que Él produce (Gál 5:19-22, Jn 15:1-8)." “Todo creyente debe sentirse absolutamente desprovisto de sí mismo para usar los dones y talentos correctamente. Debe ver que lo más peligroso para él es fiarse en sí mismo basandose en sus cualidades espirituales, personales e intelectuales, porque a través de ellos de no vivir una vida rendida, la carne, la vieja naturaleza, ejercerá fácilmente su poder. En esta convicción el creyente debe separarse de todos recursos personales, entregándoselos enteramente al Señor. Cuando Él los acepta, y pone su sello sobre ellos, el creyente recibe de vuelta tales recursos, para considerarlos como propiedad del Señor y no como la suya propia, para usarlos día a día de manera correcta, y para que actúen solamente bajo Su influencia, y no bajo la influencia personal. Sobre toda dificultad que el creyente puede pasar no hay una como ‘tener confianza en la carne’.” «No es que ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto, sino que sigo adelante, por ver si logro alcanzar aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y me extiendo hacia lo que está adelante - Fil 3:12-13 (RVC)». «Y ésta es la confianza que tenemos en él: si pedimos algo según su voluntad, él nos oye - 1 Jn 5:14 (RVC)».
Para que el creyente ore de acuerdo a Su voluntad, debe primero conocer Su voluntad; y no solamente eso, sino que Su bendita voluntad debe ser la voluntad del creyente. “«Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido! - Jn 15:7 (NTV)». La oración es el compañerismo de una íntima unión viva con Cristo; como con todo lo de la vida Cristiana, la oración debe ser llevada en dependencia del Espíritu Santo en conformidad a la dirección dada por Él Mismo en Su Palabra "La Biblia". Él es conocido como «el Espíritu de gracia y de oración - Zac 12:10 (RVR)».” “Si el creyente pide cualquier cosa de Dios, y recibe su respuesta, entonces se siente seguro, con la convicción de que está en el camino de Su voluntad; está feliz y contento. Si encuentra cierta dificultad eso no se detiene: es solamente un obstáculo que la fe tiene que remontar.” “Pero si no tiene cierta certidumbre antes de empezar, está en indecisión, y no sabrá qué hacer. Puede ser una prueba a su fe, o puede ser que no debería hacer lo que está haciendo. Está en suspenso, y titubea; aun si está haciendo la voluntad de Dios, no se encuentra seguro de ello, y no está feliz. Debería entonces de asegurarse que verdaderamente se encuentra haciendo Su voluntad antes de empezar a actuar.” “Todo lo que fluye del alma del creyente debe estar consciente del lugar en el que se encuentra, en el Cristo levantado. Es entonces cuando Él puede confiar el conocimiento de Su voluntad; es entonces cuando Él puede confiar a los hijos de la familia los asuntos de la familia.” "La Oración tiene poder, es un pensamiento muy común entre muchos creyentes, pero al verlo con la Verdad de la Palabra se torna como un pensamiento vano y sin esencia, ya que la oración en sí misma no tiene poder alguno para mover a un Ser Soberanamente Infinito y Creador a la petición de un ser imperfectamente finito y creado, sino al contrario, el poder lo tiene Dios, Quién contesta la oración en conformidad a lo que Él es en Sí Mismo. ¿Cual debe ser el deber del creyente en cuanto a la oración? descansar en confianza plena en tal Soberanía divina la cual con Su poder obra conforme a Su voluntad." «Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho - 1 Jn 5:15 (RVC)». «Ustedes solían hacer esas cosas cuando su vida aún formaba parte de este mundo; pero ahora es el momento de eliminar el enojo, la furia, el comportamiento malicioso, la calumnia y el lenguaje sucio. No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos. Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él - Col 3:7-10 (NTV)».
Cuando el Espíritu de Cristo tiene al corazón hambriento preparado, habrá entrega, rendición, sujeción. Sin pelear; sin preguntar. El creyente muchas veces razona sobre cuándo debería de responder; y duda cuándo debería de depender. La confianza en el amor del Padre es la verdadera corrección en todas las cosas. «Porque yo sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él es capaz de guardar lo que me ha sido confiado - 2 Tim 1:12 (NTV)». “Si un creyente entrega o deja a un lado algo sin un adecuado motivo divino, él ya sea que lo ansiará secretamente, y probablemente regresará a eso después de un tiempo, o él se dará la gloria por haber entregado eso, y así revelará su rectitud por sus propios medios y orgullo espiritual." “En cierta escuela de maestros religiosos se enfatiza mucho a la ‘entrega’ como el camino para alcanzar bendición, pero al final acaba en autosuficiencia, porque el único motivo que es presentado para ello es la adquisición de un mejorado estado espiritual, o poder para el servicio, o algo por el estilo. Un divino motivo y atracción es necesario si los creyentes son llamados a la carrera y preparados para la entrega en una verdadera forma espiritual, y este divino motivo y atracción es el Señor en Gloria levantado.” “La comunión con el Señor Jesús requiere ir a Él en la Palabra. Meditar sobre Su persona y Su obra requiere el estudio con oración de Su Palabra. Muchos fallan en permanecer en Él porque habitualmente se limitan en lugar de festejar.” «Señor, tú nos concederás la paz; en realidad, todo lo que hemos logrado viene de ti. Oh Señor, Dios nuestro, otros nos han gobernado, pero tú eres el único a quien adoramos - Is 26:12-13 (NTV)». |