«Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás? - Rom 8:32 (NTV), De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo - Col 2:10 (NTV)».
"Apropiarse es tomar para sí alguna cosa haciéndose dueño de ella, es hacer nuestro lo que Dios ya ha otorgado". "El hecho de que seamos creyentes los cuales reinan sobre la vida y las circunstancias es el resultado directo de el reinado de Cristo en y sobre nosotros (Efe 3:16-21). Si Él reina en nosotros, nosotros reinamos en la vida (2 Tim 2:11-12, Rom 6:12, v.16, v.18, v.22)". "Si algunos se convierten en personas sumamente espirituales y otros no, es porque algunos han sido receptores mientras que otros han permitido que la gracia más que suficiente de Dios permanezca inactiva en sus vidas. La apropiación se hace cargo de los hechos de Dios y los convierte en factores de la experiencia en la vida del creyente, nuestro gozo de las bendiciones espirituales está estrictamente limitado a nuestra aprobación de las mismas. Gozamos no de lo que ansiamos, o esperamos, o incluso pedimos, sino de lo que recibimos. Podemos suspirar por una experiencia toda la vida, pero se vuelve nuestra solo cuando nos apropiamos de la seguridad de Su promesa ". "Se dice que hay treinta mil promesas realizadas al hijo de Dios (creyente), pero que no tienen más valor para nosotros que los titulares del periódico si no nos apropiamos personalmente de ellas. En la Ciudad de Pennsylvania se encuentra la estatua de su fundador, William Penn , él estaba en buenos términos con los indios y en reconocimiento por su bondad un día le dijeron que le iban a dar tanta tierra como él pudiera caminar sobre ella por un día, él tomó su palabra. A la mañana siguiente se levantó muy temprano y caminó todo el día y regresó tarde en la noche. Le esperaba un grupo de indios con sonrisas burlonas en sus rostros, pero cumplieron su promesa, y Penn recibió toda la tierra que ahora es la ciudad de Philadelphia, si esos indios fueron capaz de cumplir su promesa. ¿Dios va a ser menos fiel a las Suyas? «Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar - Heb 6:18 (NTV)»". "No es tan sólo creer en Su amor, sino recibirlo en apropiación lo que llevará al creyente a gozar del mismo, no es tan sólo creer en Su perdón, sino recibirlo en apropiación lo que llevara al creyente a la paz de Él y con Él, no es tan sólo creer que Dios tiene algo para nosotros, sino apropiarnos de ese algo y será de nosotros (Rom 8:17, Gál 3:26, 4:7, Tit 3:7) «creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá - Mr 11:23 (DHH), obtendremos sólo lo que tomamos. Hay un mundo de diferencia entre la fe que pide y la fe que se apropia»". «Todas las riquezas de la sabiduría y del conocimiento se encuentran presentes en Cristo - Col 2:3 (TLA). Y todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo - 2 Cor 1:20 (TLA). Son hijos de Dios. Y como son sus hijos, gracias a él tienen derecho a recibir su herencia - Gál 4:7 (TLA)».
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«Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo - Lc 14:33 (RV60)».
"El termino "discípulo" significa "aprendiz", la palabra implica la idea de alguien que aprende algo con el propósito de traducir las lecciones en acciones". "Una vez que el creyente está convencido de la majestad y gloria del Cristo al que sigue y de la causa en la que está involucrado, estará dispuesto a hacer cualquier sacrificio. Cristo estableció las condiciones indispensables del discipulado, un amor sin rival, un toque a la conducta de vida y un toque a las posesiones personales (Lc 14:26-27). Una renuncia incondicional. Una entrega total de todo, no una entrega parcial de mucho, la "renuncia" incluye "entrega a", "decir a dios a" resume totalidad que no admite excepciones. Él reclama el derecho de disponer todo en la posesión de sus discípulos como Él considere mejor en su sabio amor". "Ese amor sin rival toca los afectos del corazón «Si alguno viene a mí, y no aborrece a - Lc 14:26 (RV60)» es decir, que sólo se puede ser discípulo de Cristo si se le ama más que a nadie, seguirlo implica un choque de lealtades, "aborrecer" tiene como sentido un uso relativo, no absoluto y simplemente significa "amar menos". Ser discípulo de Cristo trae consigo la discordia con los demás y el ostracismo social, no por que queramos, sino por lo que somos «El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán - Jn 15:20 (RV60)», pero mientras más le amamos a Él más amaremos a quienes nos detestan". "El amor por Él debe triunfar sobre el amor instintivo por nosotros mismos, y aun también sobre la propia vida «pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús - Hch 20:24 (NTV)»". "Para obedecer tales exigencias se necesita un motivo poderoso. El cual se haya en el ejemplo de Cristo (Jn 13:15). Por amor a nosotros Él "aborreció" a Su Padre, en Su hogar celestial, y vino como Dios-hombre sin pecado a vivir en un mundo de pecado donde con frecuencia Él no tenía donde recostar Su cabeza. Por nuestro bien, cargó Su cruz (Jn 19:17-18). Para nuestro enriquecimiento eterno Él renunció a todo lo que tenía (2 Cor 8:9). ¿Es el siervo más que su Señor? ¿debemos ser renuentes a hacer por Él lo que Él estuvo dispuesto a hacer por nosotros? Cuando el creyente cumpla por el poder del Espíritu con estas exigencias divinamente elevadas, entonces, y sólo entonces, será de hecho reconocido como Su discípulo". «Haya, pues, en [entre] ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús - Filp 2:5 (NBLH)». «Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y éste se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará - Habc 2:3 (NTV)».
''¿Que es visión? La habilidad de ver más allá de lo que los ojos físicos pueden ver-el hecho de poder ver, no sólo lo que existe, sino lo que puede llegar a ser, y poder hacer de ello una realidad''. ''Dios establece el final antes de establecer el principio. Esto significa que Él termina las cosas primeramente en el ámbito espiritual, y entonces, Él las comienza en el ámbito físico (Heb 11:3). Dios revela el resultado final de algo cuando eso apenas está comenzando, Dios primeramente instituye un propósito, y entonces, Él crea a alguien o a algo que pueda cumplir ese propósito, Cuando Él comienza algo, Él ya lo ha terminado en la eternidad''. ''Para los creyentes de fe, el mundo de la visión y el propósito Divino (lo que no se ve) es más real para ellos que la realidad concreta que los rodea (2 Cor 5:7, Heb 11:1). De hecho, la visión de Dios para ellos es su realidad''. ''El punto principal acerca de la visión (propósito) de Dios es que es especifica. Una de las razones o causas más grandes que hace que muchos creyentes fallen cuando están en busca del propósito Divino es el hecho de que ellos no identifican el objetivo de su éxito «Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas - Jos 1:8 (TLA)». ''Muchos fallan debido a que ellos no saben ni siquiera en qué quieren tener éxito. Muchas de las frustraciones vienen por no lograr ningún avance hacia el cumplimiento del propósito de Dios-a pesar de que se sabe que se ha trabajado muy duro''. ''Esta incapacidad para llegar a realizar el éxito en el propósito de Dios ocurre cuando el creyente no apunta al objetivo especifico «pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra - Col 3:1-2 (NTV)». La visión de Dios es específica; no es general o nublada''. "La verdadera esencia o sustancia de vida consiste en que el creyente encuentre el propósito de Dios y lo cumpla. Hasta que el creyente no haga eso, nunca va a estar viviendo realmente. Cuando el creyente sea capaz de comenzar a ver el propósito Divino con claridad, entonces será capaz de cumplir el propósito de su vida por el cual fue creado''. «Tendrás éxito en todo lo que emprendas, y en tus caminos brillará la luz - Job 22:28 (NVIC)». «Además, que todo hombre... vea lo bueno en todo su trabajo, eso es don de Dios - Ecl 3:13 (LBLA)».
''Es el deseo de Dios que el hombre disfrute de su trabajo, pero sólo esto sucede cuando se hace el trabajo correcto''. ''La verdadera satisfación en la vida del creyente conciste en llevar a cabo la visión (el propósito) de Dios, fuera de ello será una vida totalmente insatisfecha. «Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá - Prv 19:21 (NTV)»''. ''No importa en qué cosas se ocupe o en qué tantas cosas se desempeñe el creyente, no importa lo que llegue a lograr como consecuencia a tales ocupaciones, si no es lo que Dios quiere que se haga, nunca se tendrá un éxito total en ello''. ''¿Por qué? Porque el verdadero éxito no consiste en lo que el creyente haga o llegue a lograr; conciste en hacer aquello que Dios dijo que se hiciera, el propósito de Dios nunca cambia, y dado que Su propósito ha sido inculcado dentro del corazón del creyente, sus propios caminos, a final de cuentas, nunca resultarán ni relizantes ni satisfactorios fuera del propósito Divino''. «Nunca dejes de leer el libro de la Ley; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas - Jos 1:8 (TLA)». «Sucederá tal como yo lo tengo planeado. Será tal como lo he decidido - Is 14:24 NTV».
''La Naturaleza de Dios es una de propósitos en todo lo que Él hace''. ''Cada vez que Dios ha aparecido en escena en la hístoria d ela humanidad, fue porqué Él queria realizar algo específico y estaba obrando activamente en ello a travez de la vida de las personas. Por lo tanto, Dios es un Dios de acción que se basa en el propósito. Más aun, Sus propósitos son eternos''. ''El creyente debe entender que Dios creó todas las cosas para cumplan un propósito en la vida. Ya sea que se este hablando acerca de la rama de la Biología en todas sus esferas, de la Astronomía en todas sus areas, y del ser humano en todas sus acciones, todo y todos los que han sido creados por Dios sirven un propósito único y sigilar''. ''El creyente no está fuera de ese propósito, tal vez uno que otro fueron un sorpresa para sus Padres, pero nunca fueron una sorpresa para Dios; Él le ha dado un propósito muy especial al creyente el cual tiene que realizar «Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. 5 Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo - Efe 1:4-5 NTV». Dios planeó por adelantado todo lo que Sus hijos hiban a hacer y todo lo que Sus hijos tienen que realizar''. ''Dios no solo le ha dado un propósito al creyente, sino que de acuerdo a las Escrituras Él también ha determinado el tiempo de su cumplimiento «Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo - Ecl 3:1 NTV». Cualquiera que sea el propósito para lo cual el creyente nació, Dios ha señalado un ''tiempo'' o ''temporada'' para cuando este se debe hacer, y esa temporada es en la duración de su vida aqui en la tierra «Todo lo que hagas, hazlo bien, pues cuando vayas a la tumba, no habrá trabajo ni proyectos ni conocimiento ni sabiduría - Ecl 9:10 NTV»''. ''¿Como calnzar el propósito Divino? Viviendo en conformidad a Su Palabra en una totalidad de vida''. «Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la *mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el *hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin - Ecl 3:11 NVI». [Gál 5:16-17 NTV] Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones.
Antes de cambiar una inclinación (afecto), debe haber un cambio de identidad (distinción). Quien hace la diferencia en la vida del creyente es el Espíritu Santo. Él busca al ser humano y lo ama, expresandole todo su Santo caracter y luego que este le recibe tiene la capacidad divina para corresponderle a Él (1 Jn 4:19), así es que comienza la busqueda genuina del creyente, en a alinear su corazón con Su corazón, deseando cada vez más vivir de acuerdo a Su Palabra. A medida que el corazón del creyente se alinie con el corazón de Dios, comenzará a desear lo que Él desea. Ese es el cambio esperado por el Espíritu Santo, que el hombre regenerado ya no sea el mismo que era antes, el creyente dependiente del Espíritu crece en el conocimiento y la santificación de quien es ahora (2 Ped 3:18), no deseando vivir en el poso de una falsa identidad, concentrandose así en Dios, en lugar de concentrarse en si mismo (el yo). El proceso de santificación (Experimentál/Progresiva) es el viaje de vivir la vida que Dios desea que el hombre viva en conformidad a su nueva relación con Él <<Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria - Rom 8:30 NTV>>. Es la promesa del Poder del Espíritu para vivir bajo Sus demandas altamente divinas, y es el proceso que desarrolla al creyente para que este sea semejante a Cristo. La realidad es que todo creyente está en el mismo lugar: la batalla para llegar a ser quien realmente es (en Cristo). La meta del cambio no debe centrarse en ningún pecado en particular, la meta del cambio debe ser la santidad, en ser como Cristo (Gál 2:20). Ser semejante a Cristo no tiene nada que ver con el cambio de inclinacion hacia algún pecado en particular, eso es solo el resultado, ser como Cristo en realidad significa tener la mente de Él y estar centrado en vivir para el Padre y darle gloria a Él en pensamiento, palabra y conducta, eso es un cambio de identidad, que es lo funtamental de la vida cristiana. Para todo creyente, sin importar cual sea su aflicción, el cambio es seguro, al igual que la larva en su estado de desarrollo es transformada en un organismo adulto, el creyente es transformado en Cristo. Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva (Fil 1:6 NTV). [Heb 12:11ª] Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo.
El Padre disciplina al creyente para lo que le es provechoso, para que participe de su santidad (Heb 12:10). El creyente no es disciplinado porque lo merezca, sino porque lo necesita. Y lo mas hermoso es que no hay ira en Su entrenamiento de Padre a hijo. Muchos creyentes tienen una idea equivocada de la palabra (disciplina), tal palabra viene del griego (paideía) lo cual es: tutoría, educación, entrenamiento, denota: persona madura y calificada para corregir e instruir al menos experimentado. Muchos creyentes piensan que tal palabra representa a Dios sosteniendo una gran vara en Su mano y golpeándoles todo el tiempo. Solamente tienen que cometer un error para que le caiga el peso de Su vara. Eso, por supuesto, es una idea totalmente equivocada de quien es el Padre, y para nada es lo que el significado deformado de la palabra significa realmente. La palabra (disciplina) simplemente significa entrenamiento del niño, lo cual tiene que ver con ser hijos. Ser hijo en la mente del Padre es tener gente que sea confiable y responsable en Sus propósitos eternamente establecidos, son hijos que saben y conocen en sus propios corazones lo que es correcto y lo que no lo es, y no tienen que ser constantemente recordados y amonestados. Ese es el fin de Su disciplina divina. Los creyentes deberían mirar siempre sus dificultades a la luz de este divino y amoroso entrenamiento. Frecuentemente parece que la vida de muchos cristianos es más difícil que la de cualquier otra vida, y que más problemas vienen a los creyentes que a otras personas. Ya sea que se reconozca o no, esas dificultades y problemas los cuales vienen a los cristianos son para entrenarlos para algo especialmente celestial y desarrollar en ellos el carácter de hijos de Dios; esto es, para desarrollar inteligencia espiritual y habilidades espirituales en nosotros como creyentes. Uno de los propósitos principales de todas las formas en que Dios trata con Sus hijos (cristianos) es para llevarlos a un conocimiento mayor de Su Hijo (Jesucristo). Ningún creyente nunca sabrá nada acerca de la grandeza de Dios a menos que tenga una gran necesidad de conocerla. Por eso, los creyentes son llevados a situaciones donde deben conocer algo mucho más grande de lo que ya conocen. Esto es por lo cual el Padre lleva a Sus hijos a circunstancias difíciles para que como creyentes ellos puedan aprender cuán grande es el Señor Jesús. Pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados (Hebr 12.11b). [Dn 4:35] El hace su voluntad…no hay quién detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
La fuente de todo poder (todopoderoso) se la llama soberanía. La palabra (Soberano) viene del hebreo (tsebá) lo cual significa: deseo, convocar las motivaciones e inclinaciones del corazón, denota: ejercer tal sentimiento, expresar aquello que fue planeado en el pensamiento, da a entender: hacer un registo visible de aquello que se anhela con el propósito de su cumplimiento. Quien sea la fuente de todo ese poder es el creador de todo lo que existe. Sólo quien sea creador puede presidir sobre lo creado, porque conoce como lo hizo. Si es creador es fuente y es soberano y por ende es el dueño absoluto de todo cuanto existe y dispone de todo lo que a hecho (Sal 24:1). La soberanía significa que el dueño de todo puede ejercer su influencia y puede gobernar lo suyo. Las Escrituras presentan a Dios como el soberano de todas las cosas, es decir, el todopoderoso. El que tiene el mando de todo. El que conoce el fin desde el principio, y que conoce el principio del final, y a su vez tiene todos los medios para lograr sus fines y propósitos con lo creado. Cuando se habla de la Soberanía no cabe la posibilidad de una creación por accidente, y la creación de un universo por casualidad, eso no existe. Una acción revela al creador de las cosas (Gén 1:1) Dios creó (acción) los cielos y la tierra. No fue una acción a ciegas de Dios y mucho menos la acción de una explosión en el espacio que originó la creación del mundo; fue un acto de un ser Supremo el cual está por encima de todo porque fue creador de todo. Todo sin excepción alguna, está bajo el control soberano de Dios y su voluntad soberana es la razón de todos los acontecimientos. Bajo la soberanía, el Soberano Dios a quien desea enaltecer, enaltece y a quién quiere abatir, abate. El Soberano Dios hace como El desea mediante Su propio Ser. No hubo ni hay nada fuera de la Soberanía de Dios. Nada estuvo y nada estará fuera del perimetro de la Soberanía de Dios. Su Soberania está grabada en Su Palabra para el claro entendimiento por el Espiritu de Dios (1 Cor 12:3), y es un hecho visible y es imposíble que el creyente no se percate de tal realidad expresada, (Toda potestad tengo en el cielo y en la tierra - Mt 28:18), (Jesucristo…cabeza sobre todas las cosas - Efe 1:22), (Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero…Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré - Is 46:9), (¿Quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso de honra y otro para deshonra? - Rom 9:20-21). Ante el Soberano Dios (Todopoderoso), nada y nadie puede, ni podrá, porque (La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos - Ap 7:12). Jesucristo es soberano, y cuando el creyente es iluminado en esta verdad escritural, en su entendimiento no temerá mal alguno por que reposará en el hecho de que todo está en Su control divinamnete establecido (Rom 8:28-29). Todo lo que quiso ha hecho (Sal 115:3), Hace todas las cosas según el designio de su voluntad (Efe 1:11). [1 Pd 2:2] desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis.
Así como el infante desesperadamente necesita su alimento lácteo para saciar su hambre y tener un crecimiento correcto, así el creyente necesita desesperadamente un hambre del alimento Biblico para obtener así un crecimiento espiritual correcto. La palabra (crecer) viene del griego (auxano) y significa: aumentar, incrementar el volumen fisico o espiritual, denota: ir subiendo, ir mejorando, nos muestra: una semilla la cual brota su renuevo en ascenso. ¿Como podemos medir el crecimiento? Cuando pensamos en crecimiento físico, hablamos de altura, peso y de la capacidad para realizar determinadas funciones. Cuando hablamos de crecimiento mental, se puede medir con pruebas de capacidad intelectual y de resolución de problemas, es claramente facil observar si estamos madurando mental y fisicamente. Pero, ¿como determinamos el crecimiento espiritual en nuestra vida? La Palabra de Dios, es sumamente vital e importante para el crecimiento espiritual en la vida cristiana. Todo creyente debe saber claramente que dice la Palabra de Dios y vivir Su mensaje en una vida completamente sujeta al soberano dominio del Espiritu Santo. Todos los principios Biblicos estan asignados por Dios para dar la forma Cristo-centrica al creyente en pensamiento, palabra y conducta, tales verdades Biblicas deben influir totalmente en las actitudes diarias del creyente y deben guiar las decisiones personales antes de ser tomadas, (porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien - Jos 1:8). El crecimiento espiritual es una etapa de toda la vida. Y como sucede con cualquier otro aspecto de nuestro desarrollo, no se produce espotáneamente (Fil 1:6, 1 Ts 5:23-24). El creyente para que obtenga un crecimiento espiritual correcto debe dedicarse a pasar tiempo en la meditación (pensar detenidamente con atención y cuidado) de la Palabra de Dios. ¿Como meditamos en ella?, asociando sus verdades con nuestra vida diaria, hay un sin numero de eternos beneficios recibidos cuando el creyente le dedica tiempo a la Palabra de Dios (Sal 119:151-152, 2 Tm 3:16-17, 2 Pd 1:19-21), y el principal beneficio recibido en la Palabra de Dios es conocer a Dios tal cual es (1 Cor 2:9-11), las Escrituras nos muestra Su perfecto y Santo caracter (Jn 17:3). El crecimiento espiritual correcto está basado en que el creyente se dedique, anhele, reciba y se sujete completamente a todo lo que Dios ordena, y a la perfecta revelación de quien es El mediante Su Palabra, en base a la iluminación del Espiritu Santo. La Palabra de Dios debe ser el alimento espiritual necesario del creyente, los deseos de ingerir algún tipo de alimento o platillo específico, nos conducirá a buscar el lugar adecuado que lo ofrezca. El hambre espiritual nos llevará al alimento espiritual (La Biblia). La lectura y aplicación de las verdades Biblicas en la vida diaria del creyente son necesarias para el crecimiento espiritual correcto. El camino al conocimiento divino comienza cuando se da vuelta a la pagína de Su Palabra. El único libro clave del crecimiento personal espiritual correcto, es la Palabra de Dios, y es de suma importancia para nuestra marudez en la fe. La Palabra de Dios es el cimiento (Base solida) de la vida cristiana, comprendiendo así que es tan eterna como su Autor (Dios) es eterno (Mt24:35, Sal 119:152). siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo (Ef 4:15). _[Tit 2:7-8] presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable.
Para poder compartir eficientemente la Palabra de Dios, es esencial conocer cual es el objetivo del Padre basados en Su propia Palabra. Tal entendimiento es el resultado del crecimiento personal de ( creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo - 2 Pd 3:18). la Palabra ( ejemplo) viene del griego (túpos) y significa: forma, semejanza, modelo, denota: una estatua para mostrar un ejemplo, nos muestra: tomar una forma para dejar una marca, la estampa hecha por un molde. Los creyentes que están solamente bien informados (conocimiento) pueden enseñar hasta cierto grado pura teoria, pero nunca podrán compartir las soluciones manifestadas en la verdad de Dios para con los problemas del hombre, ya que tales creyentes bien informados en letra tienen un entendimiento deficiente (insuficiente, defectuoso, y escaso) de los propósitos del corazón de Dios para con Sus hijos, tal acción es una muy evidente (notoria) a los oyentes, ya que una cosa es sentir la necesidad de compartir lo que Dios desea y así colaborar en Su propósito siendo el canal de tal bendición al oyente, y una muy diferente es hablar de la Palabra de Dios en base a nuestra necesidad en un entendimiento propio, la diferencia es notable. (Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad - Fil 1:15), es decir, una cosa es hablar la Palabra de Dios, y una muy diferente el hablar de la Palabra de Dios. Todo aquel que proclama la verdad de Dios, debe hacerlo con ejemplo (Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder - 1 Cor 4:20). Dios nos concede mostrar Su verdad en la vida diaria personal del creyente con la condición de (ser hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores - Stg 1:22). La vida cristiana debe ser una totalmente Biblica, para que así pueda ser una completamente ejemplar, la cual dará como resultado una vida plenamente confiable, y todo aquel que oye la Palabra de Dios mediante tal creyente no solo recibirá y tomara acción conforme a las palabras, sino que ejecutará el ejemplo revelado y reflejado de las mismas ( Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis - Jn 13:15) . El conocimiento intelectual ( teórico) debe ser sometido a la esencia (caracter) de Cristo, integrado y basado en las ordenes Biblicas, para que pueda haber un compartir motivado por el Espíritu. Dios no desea que hablemos Su Palabra, El desea que reflejemos Su Palabra, y de la única manera en la cual todo creyente puede vivir bajo ese elevado estilo de vida celestial, es en la rendición y sujeción al Espiritu Santo en acorde y comunión con Su Palabra. Un creyente que afirma que su linea de fe, pensamiento, palabra y conducta es la Palabra de Dios y no está viviendo rendido y sujetado al Espiritu, el tal miente. Para que el creyente pueda participar de tal beneficio divino, debe haber una negación (Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo - Lc 9:23). Jamás nadie se rendirá y sujetará, sin antes no niegarse a si mismo. Las expectativas del creyente deben ser probadas personalmente sobre la base de la verdad de Dios ( Jesucristo) en una orientación o perspectiva en la totalidad de la Palabra de Dios (Biblia). Solo así, el Espiritu Santo Cambiará nuestro vivir de labios en un vivir ejemplar de enseñanza, no hablaremos sino que viviremos. En lugar de dar un poco más de la verdad de Dios, hablaremos totalmente, y sin temor todo el consejo de Dios confiando en el Espiritu Santo ya que El mismo ha grabado Su verdad en nuestro ser, y El Mismo Espiritu nos (enseñará todas las cosas, y os recordará todo - Jn 14:26), para que (en palabra de verdad, en poder de Dios - 2 Cor 6:7), (también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos - 2 Cor 4:10). Y así sea Cristo magnificado en todo mediante nuestra vida ejemplar (ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí - Gál 2:20). sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza ( 1 Tim 4:12). |